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La espalda sufre cuando se duerme boca abajo. Y las malas posturas durante la noche afectan el rendimiento. Por qué hay que evitar esta posición para poder descansar mejor.

Dormir boca abajo es perjudicial para la espalda y la salud en general. La razón tiene que ver con la anatomía propia del cuerpo. Sucede que, entre otras cosas, esa posición es traumática para el cuello, la columna se arquea y se tensionan los ligamentos y la musculatura lumbar. Repetir permanentemente esta postura puede originar problemas músculo-esqueléticos, como cervicalgias, tendinitis, dolores de ligamentos, y repercute de forma negativa en el descanso. Una mala posición al descansar, afecta el rendimiento al día siguiente. Las curvas espinales, cervicales, dorsales, lumbares y sacro coccigeas cumplen funciones. Reparten las presiones y las tensiones de forma equilibrada para que la gravedad no las altere en forma y longitud. Al dormir boca abajo, explica el quiropráctico Marcelo Barroso Griffiths, el peso de la atmósfera aumenta el diámetro de esas curvas reduciendo los espacios entre las vértebras, acercando las superficies articulares y aumentando la tensión en la espalda y el riesgo de generar un agravamiento de las lesiones. Además, al mantener la cabeza girada, las vértebras del cuello trabajan sobre exigidas. También se efectúa una presión excesivamente prolongada sobre las articulaciones de la mandíbula, los nervios y músculos. Además, afecta a los discos, que están constantemente en tensión, lo que puede desembocar en una protrusión discal. Este hábito también perjudica al aparato respiratorio, ya que no permite la apertura completa de la caja torácica, impidiendo que se llenen correctamente los pulmones y que el diafragma no se libere de toda la tensión. El director de Vertebralle, asegura que dormir de costado, en posición fetal, favorece la buena posición de la columna vertebral, ya que vuelve a su posición fisiológica natural y facilita un sueño reparador. “Es la mejor opción porque respeta las curvas y reduce notablemente la posibilidad de tensión, mejorando el descanso”, remarca el especialista.

Dormir de costado, en lo posible en posición fetal y sobre el lado izquierdo. » Dormir boca arriba también es aconsejable, pero con un almohadón debajo de las rodillas para relajar la espalda. » Evitar el alcohol, el café o el tabaco durante las horas previas al sueño. » Esperar entre una y dos horas para acostarse una vez se haya cenado. » No dormir con niños. » El colchón no debe ser ni duro ni blando. Si se comparte, lo ideal es que cuente con sistemas de descanso independiente. » Elegir una almohada que mantenga alineada la cabeza con el tronco. No tiene que ser muy alta ni dura, tampoco baja y blanda. » Usar prendas algo holgada, de algodón o lino.

Por Marcelo Barroso Griffiths